Historia
Cómo tres edificios simbolizan el patrimonio religioso de Toledo
Toledo es una ciudad histórica al sur de Madrid, la capital de España. En el período medieval, la ciudad fue el hogar de tres comunidades religiosas principales: cristianos, musulmanes y judíos, cada uno de los cuales ha dejado impresiones en la arquitectura de la ciudad.
La historia de Toledo se remonta siglos atrás.
Era un asentamiento romano significativo, y, en el siglo VI, era la capital del reino de los visigodos. Fue una ciudad importante durante el gobierno islámico en España, que comenzó a principios del siglo VIII. Este fue un período de tolerancia religiosa, donde musulmanes, cristianos y judíos coexistieron y contribuyeron al avance de la ciencia, las artes y la arquitectura.
En 1085, el rey cristiano de León y Castilla asedió y capturó la ciudad. A lo largo de los años, Toledo tuvo grandes comunidades de judíos y musulmanes hasta que fueron expulsados de España, respectivamente, en 1492 y 1502.
Esta compleja historia ha dejado hoy un legado arquitectónico en la ciudad. Este blog se centra en tres edificios -la Mezquita del Cristo de la Luz, la Sinagoga de Santa María la Blanca y la Catedral de Toledo- donde confluyen historia, cultura y diversidad religiosa.
Mezquita del Cristo de la Luz
La mezquita del Cristo de la Luz fue construida en el siglo X durante el gobierno islámico, una de las diez mezquitas en la ciudad en ese momento. Durante este tiempo, el edificio estaba anexado a una de las puertas de la ciudad.
Es un pequeño edificio cuadrado, que mide alrededor de 8 metros por 8 metros. La mezquita cuenta con distintos elementos arquitectónicos y detalles decorativos que son característicos del diseño islámico, incluyendo columnas con arcos de herradura y un intrincado trabajo de estuco.
Una inscripción en la fachada afirma que fue construida por Musa Ibn Ali. Su muro oriental sirve como el muro qibla, mirando en la dirección de La Meca para la adoración.
Después de la conquista cristiana de Toledo, la mezquita se convirtió en una iglesia cristiana. Se agregó un ábside al edificio, marcando la transición del uso islámico al cristiano.
Sinagoga de Santa María la Blanca
Esta sinagoga se encuentra en el antiguo barrio judío de Toledo y data de finales del siglo XII o principios del siglo XIII.
Es una mezcla notable de estilos arquitectónicos mudéjares y góticos, con un distintivo yeso blanco. Esto le ha dado al edificio el nombre de «Santa María la Blanca». Tiene una serie de arcos apoyados en una red de columnas octogonales.
En el siglo XIV, como resultado de la violencia contra los judíos, el edificio fue saqueado y convertido al uso cristiano. En el siglo XV, había sido consagrada como iglesia. A lo largo de los siglos, se ha utilizado como cuartel militar, almacén y salón de baile.
Aunque no se ha utilizado como sinagoga durante siglos, es una de las sinagogas más antiguas de Europa. Hoy en día, es una de las tres sinagogas conservadas en Toledo, y sirve como museo.
Catedral de Toledo
La catedral de Toledo es una catedral gótica del siglo XIII. Fue construido en el sitio de una catedral que había sido construida sobre una mezquita, después de la conquista cristiana de Toledo en el siglo XI.
La construcción de la impresionante estructura comenzó en 1226. Su finalización abarcó varios siglos. Fue construido con piedra caliza blanca de las canteras cerca de Toledo. El edificio tiene cinco naves, así como un campanario y una torre de 92 metros de altura coronada por una aguja. Muchos portales elaboradamente decorados proporcionan acceso al interior desde todos los lados del edificio.
Su interior cuenta con altares cuidadosamente tallados, impresionantes vidrieras y capillas intrincadas que albergan tesoros artísticos y reliquias religiosas. Varios monarcas están enterrados en la Catedral en sepulcros, como Enrique III el enfermo de Castilla y León y Sancho II el piadoso de Portugal.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, se hicieron varias modificaciones a la catedral. También hay un rico museo que tiene una serie de pinturas de El Greco, Francisco de Goya, Sir Anthony Van Dyck, Luis de Morales, y otros.
Los edificios comparten influencias de la arquitectura tradicional islámica, cristiana y judía, ilustrando los espacios religiosos a menudo compartidos en Toledo.
Después del período medieval, la prosperidad de Toledo disminuyó cuando el rey Felipe II de España trasladó su corte y capital a Madrid. La ciudad de Toledo fue declarada Sitio Histórico-Artístico en 1940, y la UNESCO más tarde le otorgó el estatus de Patrimonio Mundial en 1987.
Hoy en día, el patrimonio religioso de Toledo es un reflejo de su compleja historia, donde convivieron varias comunidades religiosas.