- Exposición: El sonido de las trincheras
- Marchar a la guerra
Todos los países que participaron en la guerra de 1914 a 1918 tuvieron que convencer de alguna manera a la gente para que se alistara. Se idearon eslóganes para magnificar una gran variedad de sentimientos: el amor por la patria, la sensación de que se debe hacer lo correcto y, también, la preocupación de que no alistarse era equivalente a ser un cobarde. La música desempeñó un papel importante a la hora de transmitir este mensaje y, en una época en la que la creación de música solía tener lugar en casa en torno a un piano, las partituras publicadas suponían una gran oportunidad.
La patriótica canción La Française fue compuesta en 1915 por Camille Saint-Saëns con letra de Miguel Louis Pascal Zamacoïs y se describe en la portada como «una canción heroica de la Gran Guerra».
La música también pretendía inspirar la camaradería y el sentimiento de pertenencia a un grupo. Este libreto creado en Francia contiene los himnos nacionales de los aliados de Francia: Serbia, Montenegro, Gran Bretaña, Irlanda, Escocia, Canadá, Egipto y Japón. El libreto pretendía alimentar las buenas relaciones entre estos países y recordarles a sus ciudadanos que tenían una causa común.
Para muchos soldados, y sus familias, la separación provocada por la guerra resultaba extraña y dolorosa. Las postales sentimentales solían incluir letras de canciones, como la que se muestra a continuación: The Little Grey Home in the West. Estas series de postales tenían fundamentalmente un impacto visual, pero también hacían mención a las canciones que podía comprar el destinatario.
El sonido grabado, así como las partituras, también empezó a desempeñar su papel en la guerra. Esta canción también se puede encontrar en Europeana en forma de cilindro de fonógrafo. A medida que los equipos de reproducción empezaron a hacerse cada vez más populares, el sonido grabado podía llegar a las trincheras como figura en el capítulo Los sonidos de la guerra.