Dándole forma a Europa
Ampliación de la Unión Europea: los años 2000
Un nuevo milenio en Europa
Un nuevo milenio en Europa
Se incorporaron doce países nuevos, el euro se convirtió en moneda de curso legal y se firmó el Tratado de Lisboa. Fue una gran década para la Unión. ¿Cuáles fueron los acontecimientos que motivaron a los europeos a votar a su nuevo Parlamento?
2004: la mayor ampliación de Europa
2004 fue el año en que más países votaron en unos comicios europeos. Participaron diez países nuevos: Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa.
La Unión tenía muchas cosas que hacer. La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, proclamada solemnemente en diciembre de 2000, recogía los derechos y libertades fundamentales de la ciudadanía.
Por su parte, el euro entró en circulación en 2002 en doce Estados miembros.
Los responsables políticos tenían en mente preparar a la Unión para los retos del futuro. El Tratado de Niza (2001) reformó las instituciones europeas para permitir la ampliación de la UE a Europa del Este y expandió aún más los poderes de codecisión del Parlamento Europeo. La Eurocámara participó de forma activa en las tareas de la Convención Europea que elaboró un proyecto de Constitución para la Unión en julio de 2003, del que —tras el resultado negativo de dos referendos en mayo y junio de 2005— surgió el Tratado de Lisboa.
2009: haciendo frente a la crisis financiera
Las elecciones de 2009 incluyeron a Bulgaria y Rumanía, que ingresaron en la UE en 2007.
Ante la crisis financiera mundial de 2008, los asuntos económicos fueron el eje principal de la campaña, seguidos del empleo y la protección social. La lucha contra el cambio climático y las cuestiones energéticas también fueron un aliciente para que el electorado acudiera a las urnas.
El Parlamento aprobó la Directiva de servicios, cuyo objetivo era desarrollar el mercado único de servicios de la UE. La Eurocámara, como portavoz de la ciudadanía, desempeñó un papel esencial en la negociación de un acuerdo sobre este polémico tema. Entretanto, se ratificó el Tratado de Lisboa y, con ello, entró en vigor la Carta de los Derechos Fundamentales. Los Estados miembros debían entonces aplicar el Tratado.
En esta época, el Parlamento Europeo creó premios para fomentar un espíritu europeo más fuerte. Desde 2007, el Premio del Público LUX pone de relieve películas que suscitan el debate entre público europeo. El Premio del Ciudadano Europeo, creado en 2008, reconoce los logros excepcionales de la ciudadanía europea. Desde 2008, el Premio Europeo Carlomagno de la Juventud se otorga a proyectos dirigidos por jóvenes que fomentan el entendimiento europeo e internacional.