- Exposición: Pioneras
- Maria Sibylla Merian
Maria Sibylla Merian nació en Frankfurt en 1647 en una familia de artistas. Su padre, Matthäus Merian the Elder fue un celebrado grabador y editor suizo, conocido en toda Europa por sus ilustraciones de ciudades y paisajes, y sus ediciones ilustradas de Grands Voyages (relatos de viajes al Nuevo Mundo).
Tras la muerte de su padre cuando ella contaba tan solo tres años de edad, la madre de Merian se casó con Jacob Marrel, pintor y grabador, igual que sus nuevos hermanastros: Mathias, el joven, y Caspar Merian. Maria Sybilla empezó a dibujar y a pintar a una edad temprana, orientada por Jacob Marrel.
A pesar de su talento, las perspectivas de Merian como mujer estaban limitadas por las convenciones de su época: por ejemplo, las mujeres no podían estudiar y dibujar desnudos ni estudiar en el extranjero en talleres de artistas.
En el siglo XVII, Frankfurt era un importante mercado de sede y parece probable que esto influyera el incipiente interés de Merian por los insectos. Su diario de estudio recoge que, a la edad de 13 años, había empezado a alimentar, observar y dibujar gusanos de seda y otros insectos, y a desarrollar un especial interés por la metamorfosis.
A los 18 años se casó con Johann Andreas Graff, grabador y pintos en el taller Merian. La pareja acabó por instalarse y formar una familia en Nurenberg, en donde Merian impartió lecciones de dibujo a hijas solteras de familias acaudaladas. Esto le dio acceso a los refinados jardines de la élite de la ciudad, en donde podía observar las plantas y los insectos de primera mano. En la época, el naturalismo era principalmente un ámbito para aficionados masculinos.
Pasaba mi tiempo investigando a los insectos. Al principio, empecé con los gusanos de seda en Frankfurt, mi ciudad natal. Me di cuenta de que otras orugas se convertían en maravillosas mariposas o polillas, y que los gusanos de seda hacían lo mismo. Por lo que comencé a coleccionar todas las orugas que encontraba para observar cómo cambiaban.
Maria Sibylla Merian
En 1679 y 1683, Merian publicó dos volúmenes de estudios de orugas titulados Der Raupen wunderbare Verwandelung und sonderbare Blumennahrung (La maravillosa transformación de las orugas y su extraña dieta de flores). Cada volumen contenía cincuenta grabados en cobre realizados por Merian en los que representaba el excepcional ciclo de vida de los insectos que llevaba observando varios años, especialmente, larvas, mariposas y polillas.
Tras el fallecimiento de Jacob Marrel, Merian y su marido regresaron a Frankfurt. En esa ciudad, entre disputas familiares por la herencia y problemas conyugales, Merian abandonó la fe luterana (y a su marido) para unirse a una comunidad de labadistas junto a su madre y a sus dos hermanas en el castillo Waltha en Frisia.
En los páramos de Frisia, Merian comenzó a estudiar el nacimiento y el desarrollo de las ranas, coleccionándolas y diseccionándolas. Sumida en los valores labadistas de piedad y desconexión de lo mundano, Merian continuó el estudio de los insectos durante cinco años. Tras la muerte de su madre en 1690, Merian y su hija abandonaron las restricciones de la comunidad para mudarse a Ámsterdam, un lugar más próspero y lleno de oportunidades para que una mujer marcara la diferencia. Poco tiempo después, Merian y su marido se divorciaron.
En la cosmopolita Ámsterdam, Merian y sus hijas pasaron a formar parte de una comunidad de naturalistas, grabadores y coleccionistas. Merian empezó a trabajar pintando acuarelas en los Jardines Botánicos de Ámsterdam.
La pintora de naturaleza muerta, Rachel Ruysch (1664-1750), se convirtió en pupila de Merian y emprendió una larga carrera de éxitos. Igual que Merian, Ruysch se ganó su reputación por su precisión científica y su meticulosa atención a los detalles.
En 1699, la ciudad de Ámsterdam invitó a Merian a viajar a la colonia holandesa de Surinam en Sudamérica. La colonia dependía del trabajo esclavo, principalmente suministrado por la Compañía de las Indias Occidentales Holandesas desde sus enclaves comerciales de África Occidental, para producir cultivos de azúcar, algodón y tinte índigo para la exportación.
Si bien Merian había estudiado especímenes de insectos exóticos en las wunderkammers de coleccionistas de Ámsterdam, la oportunidad de investigar y estudiarlos por sí misma en Surinam era irresistible.
En Holanda, con increíble asombro ante los maravillosos animales que venían de las Indias Orientales y Occidentales. Me sentía afortunada por haber podido observar... colecciones tan caras. Encontré innumerables insectos, pero descubrí que su origen y su reproducción eran desconocidos, plantea la pregunta de cómo se transforman, empezando por las orugas y las crisálidas, entre otras. A la vez, todo esto me ha impulsado a emprender una soñada travesía a Surinam.
Maria Sibylla Merian
La Compañía de las Indias Occidentales Holandesas sufragaba solo parcialmente el viaje, por lo que Merian tuvo que vender numerosas de sus valiosas posesiones para aportar la diferencia. Tal y como apuntó Natalie Zemon Davis, esta travesía no solo resultaba inusual para una mujer de su posición, sino que no existían precedentes de naturalistas europeos que hubieran emprendido este tipo de expedición organizada y financiada de forma independiente.
Merian y su hija menor, Dorothea, se instalaron en Paramaribo. Desde su propio jardín, los bosques cercanos y las plantaciones situadas en las orillas del río Surinam, Merian empezó a coleccionar, criar e investigar una gran variedad de especies nativas de insectos. También documentó los nombres y usos locales de las plantas. Merian criticó las actitudes de los mercaderes coloniales, afirmando que «no tienen ningún deseo de investigar nada. De hecho, se burlaban de mí por buscar algo que no fuera azúcar en este país». Tras contraer malaria en 1701, Merian y su hija se vieron obligadas a regresar a los Países Bajos.
Cuatro años más tarde, los estudios de Merian en Surinam culminaron en la publicación de Metamorphosis insectorum surinamensium (La metamorfosis de los insectos de Surinam). Sus sesenta ilustraciones se centraban en los procesos y la transformación de la vida de los insectos (igual que las publicaciones anteriores de Merian). El libro se publicó en Ámsterdam en formato infolio, en holandés y en latín. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Merian incluyó un reconocimiento a sus sirvientes surinameses por su labor.
Antes de 1700, se habían publicado pocas imágenes a color del Nuevo Mundo. La precisión y el detalle de las ilustraciones de Metamorphosis fueron una importante aportación al campo de la entomología.
Se representa a todas las orugas y las mariposas de Metamorphosis en la planta de la que se alimentan. Las mariposas están dibujadas a tamaño natural y cada lámina se acompaña de una descripción científica. Con Metamorphosis, Merian logró ser una figura reconocida en su campo.
En 1715, Merian sufrió un infarto cerebral y quedó parcialmente paralizada. Continuó su trabajo en Ámsterdam hasta su fallecimiento el 13 de enero de 1717. Su hija Dorothea publicó póstumamente la obra Erucarum Ortus Alimentum et Paradoxa Metamorphosis, una colección del trabajo de su madre.