- Exposición: Louise Weiss: una mujer comprometida con Europa
- Una periodista proeuropea
El deseo de Louise Weiss de unir a Europa y lograr un mejor entendimiento entre sus naciones nació con la Gran Guerra. Los horrores presenciados la llevaron a marcarse el objetivo de construir un futuro mejor para sus conciudadanos. En 1918 cofundó la revista semanal L’Europe nouvelle, que trataba de proporcionar información de calidad sobre la política internacional y los principales problemas económicos para ayudar a los pacificadores del continente.
En 1919 asistió como periodista a la ceremonia de firma del Tratado de Paz de Versalles, y viajó a menudo como reportera a Europa Central y del Este para recabar información sobre las aspiraciones nacionales de los países que estaban emergiendo de las ruinas del Imperio austrohúngaro. También viajó a Rusia, donde escribió un informe para la Cruz Roja sobre las regiones afectadas por la hambruna, tras conocer de primera mano el impacto de la Revolución rusa. Sin abandonar su activismo social, a su regreso a Francia organizó campañas para ayudar a los niños rusos y ucranianos desnutridos.
El trabajo de Weiss como redactora jefa de L’Europe nouvelle de 1920 a 1934 la situaría en el epicentro de muchos momentos clave del desarrollo de Europa a lo largo del siglo XX. Trabajó con muchos de los grandes escritores de su época, desde Paul Valéry hasta Léon Blum, pidiéndoles a menudo colaboraciones sobre asuntos de política exterior para su periódico.
Viajó frecuentemente a Ginebra, donde siguió de cerca la evolución de la Sociedad de las Naciones y se reunió con Jean Monnet, conocido posteriormente como «padre fundador de Europa».
Defensora de una paz justa con Alemania, ayudó a popularizar la idea de la integración europea. Apoyó los Tratados de Locarno, que establecían un sistema de seguridad colectiva en Europa, y defendió el ambicioso proyecto de unión federal europea del ministro francés de Asuntos Exteriores Aristide Briand.
Poco a poco, Louise Weiss se fue haciendo un hueco en el mundillo eminentemente masculino del periodismo diplomático. En París, se reunió con intelectuales, diplomáticos y políticos destacados. Su reputación era tal que fue nombrada caballera de la Legión de Honor en 1925. Sin embargo, menos de una década después, el ascenso de Hitler en Alemania la convenció de que cualquier acercamiento europeo era cada vez más imposible, y abandonó el periodismo para perseguir la paz en Europa por otros medios.