Héroes de los Juegos Olímpicos
Grandes cambios
Marcando la diferencia
Marcando la diferencia
Los héroes destacados de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en esta exposición marcaron la diferencia gracias a sus logros deportivos o en la sociedad. En este capítulo, nos centramos en una serie de atletas y otras personas que cambiaron las reglas del juego a su manera, ya fuera a través de su deporte o mediante la protesta y el activismo en torno a problemas sociales.
El pionero del deporte húngaro Lajoš Vermeš hizo revivir el interés por los Juegos Olímpicos en el siglo XIX.
Durante mucho tiempo, Pierre de Coubertin fue recordado como la única persona responsable de revivir los Juegos Olímpicos. Este hizo una gran contribución con la creación del Comité Olímpico Internacional, pero hubo más personas que intentaron hacerlo en el siglo XIX. Lajoš Vermeš, nacido en 1860 en Szabadka, sintió desde muy joven fascinación por el deporte, entonces un fenómeno completamente nuevo. En 1880 organizó la primera edición de los Juegos Olímpicos de París, inspirados en los antiguos Juegos Olímpicos.
Vermeš estaba tan interesado en el cuerpo humano que lo fotografió, y podría considerarse el primer fotógrafo deportivo del mundo. También hizo grabaciones fascinantes. Desarrolló, por ejemplo, la técnica de la fotografía instantánea, en la que podía crear una serie de fotografías con intervalos de unas pocas fracciones de segundo utilizando cámaras conmutadas. Incluso antes de la invención de la película, registró el movimiento, como el de un caballo al galope. Vermeš logró capturar los movimientos de alguien saltando alrededor del año 1879.
Su enorme labor pionera fue engullida por la historia, ya que el nombre de Szabadka cambió a Subotica y pasó a formar parte del Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos tras el final de la Primera Guerra Mundial. Murió allí en 1945 como un olvidado pionero del deporte. En 2000 se colocó una estatua de Vermeš en la ciudad, lo que resultó en un resurgimiento del interés por su obra.
Alice Milliat fue una prodigiosa atleta francesa de principios del siglo pasado.
Después de la Primera Guerra Mundial, competía en los eventos de remo, fútbol, baloncesto y natación. Por aquel entonces, a las mujeres apenas se les permitía participar en los deportes olímpicos, en parte debido a la enorme influencia conservadora de su compatriota Pierre de Coubertin. Conocido como «el gran hombre del Comité Olímpico Internacional», declaró que no había lugar para las mujeres en los Juegos Olímpicos. Milliat se rebeló contra esto y fundó la primera organización deportiva internacional de mujeres.
Hace cien años, en 1922, Milliat hizo un gran avance al celebrar los primeros Juegos Mundiales Femeninos. El evento reunía a las mejores atletas femeninas del mundo cada cuatro años, y tuvo tanto éxito que el COI se puso nervioso y decidió permitir que las mujeres compitieran en el atletismo olímpico. Esto sucedió por primera vez en 1928, en Ámsterdam.
Fue así como empezó algo que es completamente normal a día de hoy, y fue gracias a la resistencia de Milliat contra la clase dirigente masculina en el mundo del deporte. Lamentablemente, Milliat no vivió para ver a las primeras mujeres competir en remo olímpico, uno de sus deportes favoritos. Eso no sucedió hasta 1976, más de 20 años después de su muerte. La lucha de Milliat ha sido clave para el desarrollo de los Juegos Olímpicos. Actualmente, casi el 50 % de los participantes en los Juegos Olímpicos son mujeres. Hace 100 años, esta cifra era inferior al 5 %.
Jahncke fue el único miembro del COI que protestó abiertamente contra la celebración de los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín. «La deportividad y Hitler no se complementan», dijo, resumiendo su aversión al abuso político del evento deportivo por parte del partido nazi alemán. Lo que quería era que dichos Juegos se trasladaran a otra ciudad.
El presidente del COI, Henri de Baillet-Latour, se puso furioso con la petición de Jahncke. Liderado por Avery Brundage, su presidente, el Comité Olímpico Estadounidense también se volvió contra su propio miembro del COI. A espaldas de Jahncke, el COI convocó una reunión secreta con solo otros quince miembros durante los Juegos de Invierno de 1936 que se celebraron en Garmisch-Partenkirchen, también en la Alemania nazi.
Solo había un tema a tratar: la expulsión de Jahncke. El estadounidense fue expulsado, sin derecho a defenderse. Fue el primer miembro del COI en la historia en ser expulsado. Su lugar fue ocupado con entusiasmo por Brundage, quien claramente se benefició de la dudosa política del poder.
Pronto quedó claro que Jahncke tenía razón cuando predijo que Hitler abusaría políticamente de los Juegos. Pese a ello, el COI nunca revocó su expulsión.
Según las autoridades deportivas y los periodistas, esta distancia era demasiado larga para las mujeres y, por lo tanto, se eliminó del programa. El fragmento de la película de 1928 muestra a una participante exhausta tropezando en la línea de meta, y esto se usó como argumento para eliminar dicho evento. Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que las imágenes habían sido manipuladas, pues la atleta que se tambaleaba ni siquiera había participado en la final.
Lina Radke corrió la final con zapatos fabricados por Adi Dassler, el hombre que sentó las bases de las fábricas de Adidas después de la Segunda Guerra Mundial. Fue la primera atleta en ganar un título olímpico con un par de zapatos Dassler, lo que marcó el comienzo de una nueva era.
Desde esos Juegos hace casi 100 años, muchos campeones olímpicos han ganado y perdido con zapatillas Adidas. Entre ellos encontramos a leyendas como el cuatro veces medallista de oro de 1936 Jesse Owens y el corredor de maratón tres veces medallista de oro de 1952 Emile Zatopek, así como la ganadora del Grand Slam de 1988 Steffi Graf. Pero esta revolución de Adidas en el deporte internacional comenzó en 1928 con Lina Radke en Ámsterdam.
Nawal El Moutawakel es una vallista de Marruecos y la primera mujer de una nación islámica en ganar una medalla olímpica. Ganó el oro en la primera carrera de 400 metros vallas de categoría femenina, que tuvo lugar en 1984 en Los Ángeles. También fue la primera atleta marroquí en ganar una medalla de oro olímpica.
Nawal El Moutawakel nació en 1961 en Casablanca. Su éxito olímpico fue celebrado allí y en todo Marruecos, y el rey Hassan II de Marruecos decretó que todas las niñas nacidas el día de su victoria deberían ser bautizadas con su nombre en su honor. En 1984, El Moutawakel fue la única atleta femenina en la delegación olímpica marroquí, lo que la convirtió en una pionera entre las atletas femeninas. A partir de entonces, muchas jóvenes atletas comenzaron a participar en competiciones internacionales, no solo de Marruecos sino también de otros estados árabes y musulmanes.
Desde que se retiró del atletismo, El Moutawakel ha participado activamente en la política y la administración deportiva. En 1993, organizó la primera carrera de 5 km para mujeres en Marruecos. Tuvo lugar en Casablanca y tenía como objetivo inspirar a las mujeres a través del deporte. Fue Ministra de Juventud y Deportes de Marruecos desde 2007 hasta 2009. Desde 2012 es vicepresidenta del COI. En 2006, fue una de los ocho deportistas que llevaron la bandera olímpica en la Ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006 en Turín, y en 2012 llevó la antorcha olímpica en Londres.
Megan Rapinoe fue la formidable capitana del equipo de fútbol femenino de EE. UU. en los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres. El equipo ganó el oro al derrotar a Japón por 2-1 en el estadio de Wembley frente a la multitud más grande jamás vista en un partido de fútbol olímpico femenino.
Rapinoe es una líder, tanto dentro como fuera del campo. Además de los Juegos Olímpicos, Rapinoe es bicampeona mundial con la selección estadounidense. Ganó la Bota de Oro y el Balón de Oro en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019, que tuvo lugar en Francia.
Utiliza estos logros deportivos en favor de su trabajo como activista y defensora de la igualdad de derechos, ya sea en relación con la justicia racial, los derechos LGBT o los derechos de las mujeres. Por eso no fue a la Casa Blanca durante la presidencia de Donald Trump tras ganar la Copa del Mundo en 2019. «Prefiero hablar y tener conversaciones significativas que realmente puedan suscitar el cambio en Washington que ir a la Casa Blanca», dijo.
En marzo de 2021, Rapinoe visitó al presidente y al vicepresidente. «Soy miembro de la comunidad LGBTQ y llevo el cabello rosa, y de donde vengo, nunca me habría imaginado que algún día estaría como estoy hoy en la Casa Blanca».
Hemos comisariado esta exposición para incluir a tantos atletas como sea posible de toda Europa. Pero debido a los miles de atletas que participan en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos cada año, no hay espacio para todos.
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