- Exposición: Celebraciones en Europa
- Comida y bebida
Siempre que hay una invitación a una celebración, solemos pensar en comida: nos reunimos en grupos, familias o comunidades para compartir comidas. Las celebraciones y la comida son una combinación perfecta, y existen muchas tradiciones que indican cómo, qué, por qué y cuándo comemos. Nuestras tradiciones culinarias aúnan la religión y la superstición, el clima y el ciclo estacional de la naturaleza.
La comida de Navidad
Si bien muchos de nosotros nos sentamos a celebrar la Navidad con una gran comilona, la forma de hacerlo varía entre los diferentes países de Europa: algunos disfrutan de la cena de Nochebuena; otros, del día de Navidad; y otros, el 6 de enero. Aunque la celebración es la misma, también hay diversidad en los alimentos que comemos: pavo, ganso, diferentes tipos de würstel, carpa y otras carnes asadas.
Por ejemplo, en Noruega comer «ribbe» —costilla de cerdo asada— es una tradición tan popular en Nochebuena que se comen aproximadamente tres millones de kilos de costillas en todo el país. La tradición culinaria se remonta a la época precristiana: en la mitología nórdica, se mataba el cerdo Særimne y se comía por la noche, y luego volvía a la vida para proporcionar alimento al día siguiente.
Cocinar la costilla es fácil, pero una buena costilla de cerdo asada debe tener una corteza crujiente. Hay muchas maneras de lograrlo, pero si le parece especialmente difícil, hay una línea telefónica exclusivamente dedicada a esta cuestión, a la que puede llamar para pedir ayuda. Las costillas se sirven con guarniciones agrias: chucrut, col roja, coles germinadas, salsa de arándanos, manzanas fritas y una salsa.
Una canción a cambio de la cena
En Cantabria (España), las Marzas son canciones que señalan la llegada de la primavera y se cantan a finales de febrero o principios de marzo. Los grupos de niños y jóvenes recorren los pueblos y las ciudades cantando canciones que suelen alabar a los propietarios de las casas.
Los jóvenes cantantes, llamados marceros, cantan canciones para pedir alimentos, como salchichas, huevos y pudin, como pago u obsequio por su actuación.
Día del Gofre
El 25 de marzo se celebra en Suecia el Vårfrudagen (Día de Nuestra Señora o la festividad de la Anunciación).
Este fue el día en que, según la tradición cristiana, el ángel Gabriel anunció a la Virgen María su embarazo. En la Suecia preindustrial, Vårfrudag también señalaba la transición entre el invierno y la primavera, momento en el que comenzaba un periodo de siembra intensiva.
Sin embargo, actualmente, este día se asocia a los gofres. La palabra «vårfrudag» tiene un sonido parecido a la palabra våffeldag (día del gofre) y, con el tiempo, la tradición se ha centrado más en la celebración del gofre que de la Anunciación. Aunque los gofres son populares todo el año hoy en día, sus ingredientes (harina blanca, huevos, mantequilla, nata y mermelada) eran lujos para la sociedad campesina sueca de la época preindustrial.
Sorpresas ocultas
A veces no es la comida en sí el centro de determinada costumbre culinaria, sino lo que se esconde en su interior. Para muestra, un botón: dos pasteles que se disfrutan en dos países diferentes en diferentes épocas del año.
La Galette des rois —pastel de los Reyes— se lleva preparando en Francia desde el siglo XIV para celebrar la Epifanía del 6 de enero, el 12.º día de Navidad. El dulce en sí varía según la región (desde un hojaldre con frangipane o un pastel estilo brioche con frutas confitadas).
La tradición que maximiza el placer de disfrutarla es la anticipación por el descubrimiento de «la fève», un detallito —antes un haba y ahora una figurita de porcelana o plástico— escondido en una de las porciones. La persona que descubre la fève se proclama roi (el rey) o reine (la reina), y se pone la corona de papel dorado incluida con el pastel.
Una tradición culinaria similar en Irlanda lleva la idea más allá y predice el curso de la vida de quienes degustan el dulce.
El Barm Brack (o Báirín Breac en irlandés) es un dulce con pasas y sultanas, y que se suele mojar en té caliente antes de hornearlo, se prepara cada Halloween en Irlanda. En el pastel se esconden un anillo, un dedal y una moneda. Según la tradición, quien encuentre el anillo se casará pronto, quien encuentre el dedal no se casará nunca y quien encuentre la moneda se hará rico.
Alimentos de temporada
Algunas tradiciones culinarias han surgido para aprovechar las estaciones naturales de producción de alimentos.
Tradicionalmente, el Surströmmingspremiär de Suecia señala el inicio de la temporada del arenque fermentado. Normalmente relacionado con el norte de Suecia, el arenque fermentado se come con pan, cebolla y, quizás, schnaps. Tiene orígenes rurales, ya que la fermentación del pescado era un método económico de conservación de los alimentos.
Desde los años 40, la fecha de inicio ha sido el tercer jueves de agosto, que es cuando el arenque fermentado estaba listo: el proceso de fermentación del pescado dura varios meses tras la pesca del arenque de desove en abril o mayo. El arenque fermentado se suele comer al aire libre en verano, una buena idea ya que el olor es muy fuerte.