Exposición
En el momento de su creación en el seno de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), el Parlamento Europeo tenía un rol esencialmente consultivo. Con los años, ha sabido alterar los equilibrios institucionales y los mecanismos de control para aumentar sus competencias y su poder presupuestario y legislativo.
Muy pronto, sus diputadas y diputados decidieron agruparse en la Cámara por afinidades ideológicas, en grupos políticos transnacionales. Estos grupos contribuyen de forma muy importante a la capacidad operativa del Parlamento.
Con las elecciones directas por sufragio universal de 1979, el Parlamento ganó en legitimidad democrática, capacidad para encontrar su lugar como institución y libertad de deliberación, lo que le permitió aumentar su poder y multiplicar sus ámbitos de intervención.
Conforme avanzaba la integración europea y evolucionaban los Tratados, las actividades de sus miembros se fueron diversificando para convertir al Parlamento en un actor político de primer orden. Al mismo tiempo, impulsaban reformas institucionales. Hoy en día, el Parlamento participa activamente en la elaboración de la legislación, el presupuesto y las políticas de la Unión Europea.
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Desde su constitución en 1952, el Parlamento ha ido adquiriendo un peso cada vez mayor en las decisiones que afectan a los ciudadanos.