- Exposición: La reunificación alemana
- El Parlamento Europeo y el derecho a la autodeterminación de los pueblos
El 16 de noviembre de 1989, la Mesa Ampliada del Parlamento Europeo, reunida en Bruselas en sesión extraordinaria, expresa su satisfacción por lo sucedido y por la apertura del Muro de Berlín, recordando de paso que la Asamblea es una firme defensora de la autodeterminación de los pueblos y de la democracia.
Una semana más tarde, los diputados europeos aprueban una resolución en la que reclaman «el derecho a la autodeterminación» para los ciudadanos de la RDA, «con la posibilidad de formar parte de una Alemania unificada en una Europa unida». El 9 de febrero de 1990, el presidente Barón Crespo llega a Berlín Este, donde se reúne con los dirigentes de varios movimientos democráticos. Aprovecha la ocasión para recordar a todos sus interlocutores que, para el Parlamento Europeo, el futuro de Alemania ha de pensarse en el contexto de la construcción de una Unión Europea y de una estructura que garanticen la paz y la libertad en toda Europa. Una semana después, el Parlamento aprueba una nueva resolución que reconoce el derecho de todos los alemanes a vivir en un mismo Estado. Más tarde, los diputados europeos celebrarán que, en las primeras elecciones democráticas organizadas en la RDA (en marzo de 1990) la victoria sea para los partidos políticos favorables a la unificación de Alemania.
El 16 de mayo de 1990, el canciller Helmut Kohl y Lothar de Maizière —primer responsable de la RDA democráticamente elegido— optan por la tribuna del Parlamento Europeo para exponer juntos su visión del futuro de su país y de Europa.
Para Lothar de Maizière, el acontecimiento reviste un carácter histórico: «En este momento en el que, en calidad de primer ministro del primer Gobierno democrático de la RDA puedo dirigirme a ustedes, la emoción es tan grande que tengo un nudo en la garganta». Y continúa: «Si hoy nos encontramos aquí, es gracias a aquellos alemanes del este que en el otoño de 1989 decidieron tomar las riendas de su destino. Por medios pacíficos se arrogaron derechos que son derechos humanos: la democracia, la libertad, la autodeterminación y el respeto de la dignidad de la persona». Ante los diputados europeos, el canciller Kohl los tranquiliza en relación con las posibles repercusiones de la unificación alemana sobre el funcionamiento de las instituciones de la Comunidad Europea: «El Gobierno federal se ha preocupado siempre por que el proceso de unificación alemana se lleve a cabo en un marco europeo estable. Personalmente, me he propuesto el objetivo de hacer avanzar los procesos de unificación europea y unificación alemana de forma concertada y, en la medida de lo posible, con un calendario común».